Con un lenguaje exento de florituras, durísimo, preciso y contundente, pero lleno de una hermosura casi poética, el autor narra cómo afloran a su alrededor la confusión, la destrucción, el horror, y lo mejor y lo peor de la condición humana.
Flores de verano
Valiéndose de tres momentos narrativos diferentes, Hara narra el antes, el durante y el después de la tragedia.