Dickens ha sido traducido a nuestra lengua con variada fortuna, pero en todo caso puede decirse que la mayoría de su obra ha sido objeto de atención por los editores españoles.

La adolescencia y el largo tránsito desde ésta hasta la adultez son el tema común de las tres novelas que aquí reseñamos y que por lo demás son bastante diferentes entre sí.

«Entre sus cosas buenas no podemos olvidar su capacidad para contar historias de fantasmas. Tenía una especie de enganche con ellos», escribió su primer biógrafo y amigo John Forster.