cabecera 1080x140

Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

VERSIÓN PAPEL

ENCUADERNACIÓN
Rústica
FORMATO
13 x 20
ISBN
978-84-937110-3-0
PÁGINAS
224
PRECIO
20,95 €
EDICIÓN
COLECCIÓN
El Panteón Portátil

Wharton, Edith

Francia combatiente

De Dunkerque a Belfort

Traducción de Pilar Adón

Introducción de Yolanda Morató

«Es necesario que esto acabe: esa era la frase que estaba en boca de todos. Si la diplomacia podía evitar la guerra, tanto mejor: nadie en Francia la quería. Cualquiera que hubiera pasado los primeros días de agosto en París podría dar fe de que este era el espíritu generalizado. Pero si tenía que haber una guerra, entonces el país y cada una de sus almas estarían preparados para afrontarla.»

En 1914, año en que estalló la primera guerra mundial, Edith Wharton tenía cincuenta y dos años y gozaba de un tremendo prestigio como novelista. Desde 1910 residía en Francia, el país que más amaba. No es difícil imaginar, pues, el horror que supuso para ella la invasión de Francia por los alemanes. A principios de 1915 la Cruz Roja francesa le pidió que informara sobre las necesidades de los hospitales del frente. Lo que vio le hizo albergar la idea de narrar sus experiencias en una serie de artículos para la Scribner’s Magazine, que luego serían recopilados en el presente volumen. Era una época en que los corresponsales extranjeros estaban excluidos de la zona de combate. Pero nadie, por poderoso que fuera, era capaz de disuadir a Edith Wharton de su empeño, y de ese modo decidió abandonar su apartamento parisino para visitar, en seis apasionantes expediciones, el frente de batalla en que se decidía el destino de Europa, de Dunkerque a Belfort.

La prensa ha dicho

Wharton, Edith

Edith Wharton nació en Nueva York en 1862. Su nombre de soltera era Edith Newbold Jones. Su familia era de clase alta, comparable a la aristocracia europea, y consecuentemente recibió una esmerada educación privada. Ver más

La única muerte que temen los franceses no es la de las trincheras, sino la extinción de su ideal nacional.

-Edith Wharton

La visión de Wharton sobre el espíritu francés es de una profunda exaltación.

-<i>The New York Times</i>