El Festival 42 homenajea al maestro polaco de la ciencia ficción, autor de Solaris, al tiempo que aparece una biografía definitiva sobre él
Es curioso, pero probablemente sin la experiencia de haber sobrevivido al Holocausto y de haberse mantenido todo lo al margen que se puede uno mantener bajo un régimen comunista no existiría el motor narrativo de las novelas del polaco Stanislaw Lem (Lwow, 1921- Cracovia, 2006). El mayor representante de la ciencia ficción del bloque soviético -una etiqueta con la que él jamás llegó a identificarse- es ante todo alguien que se multiplicó en innumerables facetas, científico para unos, escritor más allá de los géneros, filósofo y humanista desencantado y, por supuesto, maestro de la ficción especulativa, a menudo bastante compleja. Él nos dejó esa catedral sobre las fronteras de la psicología humana y del conocimiento científico titulada Solaris, que Tarkovski y Soderbergh llevaron al cine.
Lem está muy presente en el Festival 42, en ocasión del centenario de su nacimiento, ya que se le han dedicado una exposición y dos mesas redondas, una de ellas con la presencia de Wojciech Orliński, autor de la más completa biografía del escritor, Lem. Una vida que no es de este mundo, en el sello Impedimenta, que lleva años traduciendo cuidadosamente sus obras. Junto con Orliński, otro Wojciech, este Zemek de apellido, último secretario de Lem y hoy responsable de sus derechos de autor.
Lee aquí la entrevista de Elena Hevia a Wojciech Orliński y Wojciech Zemek
—Elena Hevia, EPE