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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

VERSIÓN PAPEL

ENCUADERNACIÓN
Rústica con sobrecubierta
FORMATO
13 x 20
ISBN
978-84-17553-01-2
PÁGINAS
416
PRECIO
25,50 €
EDICIÓN
COLECCIÓN
Impedimenta

Rojas Contreras, Ingrid

La fruta del borrachero

Traducción de Guillermo Sánchez Arreola

En este cautivador debut, Ingrid Rojas se inspira en su propia vida para contraponer el paso de la infancia a la vida adulta de dos potentes voces narrativas. Un relato exuberante que, enmarcado en una de las épocas más convulsas de Colombia, arroja luz sobre los inesperados lazos que pueden nacer entre dos mujeres cuando se ven enfrentadas a la violencia más descarnada.

Bogotá. Década de los noventa. La familia Santiago vive en una comunidad exclusiva y cerrada, a salvo de la agitación política que aterroriza el país. La pequeña de la familia, Chula, que tiene siete años, parece vivir en una burbuja, pero la amenaza de los secuestros, los coches bomba y los magnicidios se cierne fuera del barrio, donde el omnipotente Pablo Escobar sigue eludiendo a las autoridades y aterrorizando a la nación. Cuando su madre contrata a Petrona, una criada procedente de las barriadas ocupadas por la guerrilla, Chula intenta congeniar con ella. Pero Petrona, que trata de sustentar a su familia mientras el primer amor la lleva en la dirección equivocada, oculta más de lo que parece. Así, niña y criada se ven envueltas en una red de secretos que las obligará a elegir entre el sacrificio y la traición.

Esta obra ha recibido una ayuda a la edición de la Comunidad de Madrid.

Rojas Contreras, Ingrid

Ingrid Rojas Contreras nació y creció en Bogotá, Colombia. Ver más

Ingrid Rojas Contreras ha escrito una novela sobre cómo crecer en medio de la muerte

-The New York Times

Cuando las mujeres de color escribimos una historia, vemos el mundo como nunca antes lo habíamos visto. En <em>La fruta del borrachero</em> , Ingrid Rojas Contreras honra la vida de las niñas que presencian la guerra. ¡Bravo! Me quedé impresionada con esta historia

-Sandra Cisneros